Arturo Solís: En el humor, en el amor y en la guerra.

Arturo es buen fotógrafo porque es buena persona, y viceversa. Amabilidad, empatía y humor son su carta de presentación para lograr esa sintonía necesaria con los novios. Una vez que rompe el hielo, Arturo pasa desapercibido para lograr impactantes imágenes cargadas de emociones y sentimiento; fotografías reales, sin manipulación ni dirección, que se distinguen por un marcado carácter estético y una composición brutal.

Su amplia formación como fotógrafo social se complementa a la perfección con su extensa experiencia como fotógrafo de paisaje; esto significa que en sesiones de preboda o postboda, las fotografías espectaculares también están garantizadas.

En el humor, en el amor y en la guerra -por obtener la mejor fotografía- mi compañero y amigo Arturo nunca defrauda.

Su mirada esta llena de esencialidad y de detalles invisibles

«En la fotografía de Arturo se respira un gran potencial visual solo apto para públicos exigentes. A través de sus fotografías puede verse que su mirada esta llena de esencialidad y de detalles invisibles. 

Arturo es, en el sentido puro de la palabra, un buen fotógrafo porque sencillamente hace buenas fotografías y, en un mundo como este de tan grandes pretensiones, se agradece ver un punto de vista tan bien expresado.»

“No se si el don me encontró, o yo lo encontré tre a él”.

Cristina Blazquez

Esta frase de Albert Espinosa podría pertenecer a Arturo.
con sólo mirarle te das cuenta que tiene el don de captar sensaciones. 

Admiro de él como disfruta trabajando, como si no costase esfuerzo crear memoria. Tal vez ese sea el secreto de la sensibilidad de sus imágenes.
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